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Incineraciones y cremaciones

Desde la pandemia, se han acelerado las cremaciones, y cada vez surgen más opciones y más sostenibles para el destino de las cenizas de nuestros seres queridos. En España, el porcentaje de incineraciones aumentó hasta el 45,5% y en Catalunya, la cremación llegó hasta el 51%.

Eso sí, el ritual de esparcir o inhumar las cenizas se debe llevar a cabo de forma controlada y en espacios donde esté permitido, ya que en caso contrario, se podría incurrir en un delito grave contra el medio ambiente.

¿Qué hacer con las cenizas de un familiar?

Hay varias opciones a la hora de encontrar el lugar adecuado para las cenizas funerarias. Lo más aconsejable, según los expertos en acompañamiento del duelo, es dejar las cenizas en un espacio adecuado, como el cementerio o algún lugar físico que sirva de punto de referencia a la familia para rendir homenaje al difunto.

Llevar las cenizas al cementerio

La primera opción es llevarlas a un cementerio. Una buena alternativa para las cenizas de una persona fallecida la ofrecen los columbarios. Son espacios especialmente diseñados para depositar las urnas de la persona fallecida. Lo normal es encontrarlos en los cementerios, aunque también son cada vez más habituales en espacios naturales, jardines, enclaves cercanos al mar, etc.

Para muchas personas, resulta muy reconfortante visitar el columbario, nicho o tumba de su familiar en fechas señaladas o siempre que lo desee, para recordar a ese ser querido o especial de una forma más cercana.

Conservar las cenizas

Muchas personas piensan en conservar las cenizas del difunto en casa. En caso de conservarlas en tu domicilio se debe establecer un lugar específico para las cenizas y no estar moviéndolas. Además, deben estar en un lugar que sea accesible, por si alguien quiere rezar por el alma de esta persona.

Una vez realizada la incineración, se entregan las cenizas de nuestro familiar en una urna básica. A partir de este momento debemos decir que hacer con ellas. En el caso de optar por conservarlas, tenemos la opción de dejarlas depositadas en esa misma urna, o bien, hacernos con una urna que sea algo más especial. Existen multitud de modelos con diseños y colores para todos los gustos, además de multitud de opciones en cuanto a materiales y precios. Tenemos también las urnas biodegradables con la que usted puede ponerlas en el mar o montaña.

Esparcir las cenizas

Arrojar las cenizas de nuestro ser querido al mar ha sido práctica habitual desde siempre históricamente y por multitud de culturas. Las familias vikingas de los países nórdicos ya seguían esta antigua tradición, se embarcaban durante varios días para además de arrojar las cenizas de su difunto resolver en la misma navegación los asuntos de herencia.

Esta es una de las opciones más populares en la actualidad. Las cenizas se pueden esparcir en cualquier lugar, e incluso en los cementerios nos podremos encontrar con espacios como los jardines del recuerdo. Estos suelen tener un espacio donde se puede situar una placa conmemorativa del difunto, y se pueden esparcir las cenizas. Otra opción es tirar las cenizas al mar o a un bosque.

Plantar un árbol junto a las cenizas

Es una de las opciones clásicas y una de las más elegidas. No sólo porque nos permite enterrar a nuestro ser querido en un lugar que posteriormente podremos visitar, sino porque creamos vida a partir de sus restos. Esta solución no sólo forma parte del proceso de la naturaleza, sino que puede resultar terapéutico. Las plantas son vida, y ver como ésta crece de los restos de nuestro ser amado resulta alentador.